Yo no soy yo...
"Soy esta
que va a mi lado sin yo saberlo;
que a veces voy a ver,
y que a veces, olvido.
La que calla, serena, cuando hablo,
la que perdona, dulce, cuando odio,
la que pasea por donde no estoy,
la que quedará en pie cuando yo muera".
Juan Ramon Jimenez

17 ene 2011

Nostalgia, no tiene otro nombre....

No se si recordareis una entrada que hay en el blog sobre un premio de esos que corren como la polvora, en ella tenia que comentar los olores que me agradan etc. Mucha gente me comentó que se habian emocionado al leer esto, 

  "Otro de los olores que me transporta, aunque este ya no es tan fácil de percibir es el de la colonia que usaba mi padre cuando yo era niña, Varon Dandy, ya ves, jamás olvidare la sensación que los domingos a la mañana tenía cuando le veia afeitarse, su cara quedaba suave, era distinto al resto de la semana cuando venia del trabajo.. se  ponia guapeton y nos ibamos a dar un paseo por la calle de la Estación....23 años sin ti y si cierro los ojos  aún puedo olerte papa......"

bueno, pues estos días, mi hermano andaba rebuscando fotos en casa de mi madre para escanear y guardar y salió esta.. y automaticamente me llevó a aquella mañana de domingo, a todas las sensaciones que os conté en aquel texto.... solo que ya hace 24 años... y sin más hoy me ha apetecido compartir esta imagen del verano del 73 con tod@s vosotr@s 







 

10 ene 2011

El helecho y el bambú

Quiero compartir con vosotr@s esta bonita reflexión.. espero que os guste...
 
Un día decidí darme por vencido…
renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida.
Fui al bosque para tener una última charla con Dios.
 "Dios", le dije. "¿Podrías darme una buena razón
para no darme por vencido?"

Su respuesta me sorprendió…"
-Mira a tu alrededor", Él dijo.

"Ves el helecho y el bambú?"
"Sí", respondí.
"Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú,
las cuidé muy bien. Les di luz. Les di agua.

El helecho rápidamente creció.
Su verde brillante cubría el suelo.
Pero nada salió de la semilla de bambú.
Sin embargo no renuncié al bambú.
En el segundo año el helecho creció
más brillante y  abundante
 y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú.
-Pero no renuncié al bambú." Dijo Él.
"En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú.
Pero no renuncié" me dijo.

"En el cuarto año, nuevamente,
nada salió de la semilla de bambú.
"No renuncié" dijo.

"Luego en el quinto año
un pequeño brote salió de la tierra.
En comparación con el helecho
era aparentemente muy pequeño
e insignificante.

Pero sólo 6 meses después

el bambú creció a más de
20 metros de altura.
Se había pasado cinco años echando raíces.
Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron
lo que necesitaba para sobrevivir.

"No le daría a ninguna de mis creaciones
un reto que no pudiera sobrellevar".

 Él me dijo.
"¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando,
realmente has estado echando raíces?"
 "No renunciaría al bambú. Nunca renunciaría a ti.
 "No te compares con otros" me dijo.

"El bambú tenía un propósito diferente al del helecho,
sin embargo, ambos eran necesarios
y hacían del bosque un lugar hermoso".

 "Tu tiempo vendrá", "¡Crecerás muy alto!"

 "¿Hasta donde debo crecer?" pregunté.
 "¿Hasta donde crecerá el bambú?" me preguntó en respuesta .
"¿Tan alto como pueda?" Indagué.

Nunca te arrepientas de un día en tu vida.
Los buenos días te dan felicidad.
Los malos días te dan experiencia

Ambos son esenciales  para la vida. Continúa…

La felicidad te mantiene Dulce,
Los intentos te mantienen Fuerte,
Las penas te mantienen Humano,
Las caídas te mantienen Humilde,
El éxito te mantiene Brillante
Pero sólo tu fé te mantiene Caminando...
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